Sabanas empapadas por el loco agitar de los sueños, cruces y sombras en el camino de mi alma y sin embargo estoy vivo: dulce calor junto al cuerpo de mi amada, sexo tántrico cuando busco su mirada.
Mi cuerpo se eleva en el retozo y se acomoda para otra experiencia divina, la conversión del hombre que la imagina.
Dos unidos por un sueño, mi holograma verdadero y el creador dios que llevo dentro, el cual me fascina si en el me adentro.
Soy un mar de átomos que no luchan, ellos se liberan y liberan la energía que me da vida y me permite gozar del presente continuo y alcanzar a recorrer el camino.
Ya estoy volando, levitando como el águila sin mas expectativa que disfrutar de lo que soy y estoy viviendo. Unirme al mundo al que estoy conectado a través de su mirada es un espectáculo, así es como soy ella respirándola, amándola, uniéndome en un mundo paralelo en el que recojo los recursos de poder de la misma madre natura y como no, de mi amada.
Nunca nos separamos, lo se y siento como mágico. Pero al unisono me digo mi mismo “Reconocerás en los sueños tus propias traiciones y saludaras al despertar con un bostezo implacable, preguntándote cuando volverás a ser tú y no alguien separado del mundo”.
Y ahora es cuando te das cuenta, cuando te observas y no te violentas, cuando reconoces en que momento te dejaste engañar por los que fueron domesticados en pensamiento antes que tú y te sientes libre en el entendimiento.
Sin recobrar tu alma salvaje y autentica te mimetizas en la realidad gris de fronteras movedizas, donde la vida es un mal sueño, un sueño de perspectivas y expectativas con iconos de todo tipo y cuya vida no vivirás, pues no merece la pena y sin embargo la anhelas, ya estas de vuelta.
Gracias Universo por enviar a mi vida a aquellos que me facilitan esta visión, por mostrarme cual es la fuerza del amor y ser vehículo de mis palabras, ¡hoy todo ha cambiado!.